Hay una leyenda que narra como un pastor de cabras de Etiopía descubrió las propiedades del café al observar que sus animales se comportaban de forma especialmente nerviosa tras mordisquear las bayas rojas de una planta, el cafeto. Un arbusto de la familia de las Rubiáceas que la taxonomía botánica denomina como Coffea arabica . Se estima que en Etiopia y Yemen esa planta se ha cultivado desde hace más de 1500 años, aunque su consumo a nivel mundial está ligado al Imperio otomano, y de Estambul a Venecia acabó creando imperios coloniales para Francia y Holanda, expandiendo su cultivo a otras zonas de África, Asia, islas del Caribe y América del Sur. En esta expansión fue básico el hecho social de su consumo en un nuevo lugar que se creaba allá donde llegaba el café: la cafetería . Al l
Una segunda vida para el café

96