
Un grupo de investigadores de Ecuador ha desarrollado una técnica de nanotecnología que permite encapsular miel y propóleo de la abeja nativa sin aguijón Tetragonisca angustula, conocida como Angelita , con el objetivo de potenciar su aplicación en tratamientos médicos.
En la investigación se utilizaron nanopartículas de quitosano, que es un polímero natural biodegradable, y que mantienen estables los compuestos bioactivos, permiten su liberación controlada en el organismo y muestran actividad antimicrobiana, explicó el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio) en un comunicado.
«Los resultados fueron especialmente efectivos contra la Staphylococcus aureus , bacteria común en infecciones de piel y vías respiratorias, y menos potentes frente a la Escherichia coli, más resistente por su estructura celular », añadió.
Los investigadores, que forman parte del Inabio y de la Universidad Yachay Tech, comprobaron además que las nanopartículas son seguras y no tóxicas, «lo que abre la posibilidad de desarrollar futuros medicamentos orales a partir de productos naturales», resaltó el Instituto.
«Esta innovación enlaza el conocimiento ancestral sobre el uso de la miel y el propóleo con la ciencia moderna, ofreciendo alternativas frente a la resistencia bacteriana y fortaleciendo la meliponicultura en Ecuador », añadió.
Polinización de bosques y cultivos
El Inabio destacó que las abejas sin aguijón, como la Tetragonisca angustula , no solo cumplen un rol clave en la polinización de bosques y cultivos, sino que también producen compuestos medicinales que, gracias a la nanotecnología, pueden convertirse en terapias innovadoras.
El reto será ahora llevar estas investigaciones del laboratorio a ensayos clínicos y aplicaciones reales y, si se logra, el Instituto asegura que «se estaría frente a una nueva generación de medicinas naturales encapsuladas , más seguras, estables y efectivas».
«Lo que nos recuerda que la salud del futuro puede venir de los bosques tropicales y de las diminutas guardianas que zumban en ellos», añadió.
«Esta innovación surge en un país megadiverso donde conviven cientos de especies de abejas nativas, muchas de ellas aún poco estudiadas», señaló el Inabio, que considera que aprovechar la riqueza biológica de forma sostenible «puede situar al país como un referente en biotecnología aplicada a la salud».