Los aguacates podrían ser el nuevo oro verde de Galicia. Ya es difícil encontrar una cafetería que no lo tenga en carta como complemento de las tostadas o que no lo incluya en las ensaladas: en los últimos años se convirtieron en todo un reclamo, también en fruterías y supermercados. El problema es que el 99% de los que se venden aquí provienen de Latinoamérica, que está abasteciendo a Europa por encima de sus posibilidades. Además de amenazar la biodiversidad de las zonas en las que se recoge (se pierden miles de hectáreas de tierras forestales) y consumir agua en exceso, su producción funciona a base de una barata mano de obra, que no siempre mira en qué condiciones ejercen sus trabajadores.
Pero, en este lado del charco, Galicia podría encontrar todo un nicho de mercado con este fruto: