Panticosa da un paso decisivo en su compromiso con el medio ambiente con la puesta en marcha de la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), una infraestructura que se convierte en la mayor inversión pendiente del plan de depuración de Aragón. Con un coste de 9,6 millones de euros y capacidad para tratar aguas residuales de hasta 9.900 habitantes, esta instalación no solo moderniza el saneamiento en la zona, sino que también refuerza el atractivo turístico del Pirineo aragonés al garantizar la preservación de sus ríos y paisajes.

El proyecto, impulsado por el Instituto Aragonés del Agua, del Gobierno de Aragón, está diseñado con tecnología de última generación que permite adaptarse a los notables cambios de caudal que se registran a lo largo del año en este enclave turístico.

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