La valentía de quienes no guardaron silencio cambió el destino de Copito, un perrito víctima de maltrato en Manizales. Sus denuncias en redes sociales se convirtieron en un grito colectivo contra la indiferencia y en una prueba de que cada voz cuenta y cada acción puede salvar vidas.

Gracias a ese acto de solidaridad, el Grupo de Atención y Rescate Animal (GARA) acudió de inmediato y logró poner a salvo a Copito, quien ahora recibe atención médica, cuidados y mucho cariño en la Unidad de Protección Animal (UPA). Allí comienza una nueva etapa, lejos del dolor y cerca de la esperanza.

El caso también dejó en evidencia la importancia de la unión entre ciudadanía e instituciones. En coordinación con la Policía Nacional, se abrió una investigación que determinará que la persona responsable

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