Sabo Romo , más que ser el bajista de Caifanes, es un visionario, lo ha sido desde su más tierna infancia, cuando absorbió el gusto por la música de "Mapasín", su padre, su madre y su abuelita y quien, hoy, retrotajo lo que muchas y muchos proclamábamos, el revival de el Rock en tu idioma .
Un nostálgico, aunque él nunca se ha determinado así, él músico se refugió en la música cuando su madre trascendió; se convirtió en el dolor de cabeza de su padre, sólo en un principio pues, una noche, cuando su progenitor se dignaba a conversar con él, por una llamada escolar que había recibido, un viraje argumentativo del joven, que ejecutó una canción italiana, provocó que su progenitor derramara un par de lágrimas, por el orgullo que supuso ver que la música no era sólo un berrinche de "Chava