El asesinato del activista de ultraderecha Charlie Kirk se convierte en otro crimen armado que se suma a la lista de violentos ataques con motivos políticos que sacuden a EE.UU., ya que tan solo en los primeros seis meses de 2025, se han registrado al menos 150 agresiones de este tipo. La periodista internacional Helena Villar repasa en un reportaje los antecedentes de la violencia política en territorio estadounidense

Según explica, el asesinato del conservador Kirk  ha reavivado los temores dentro de la sociedad estadounidense de que la violencia política termine por extenderse y fracture aún más al país.

Expertos en la materia señalan que los ataques por motivos políticos en el presente año representan casi el doble que los registrados en 2024 . "Nos encontramos en una situación muy peligrosa que podría fácilmente escalar", dijo al respecto el investigador de la Universidad de Maryland, Mike Jensen.

El asesinato de Kirk podría suponer, ahora mismo, un punto de inflexión en un contexto político y social que ya es muy complicado. Según una publicación de Reuters, desde enero de 2021 hasta las pasadas elecciones presidenciales se habrían producido al menos 300 casos de violencia política en EE.UU. , el aumento más significativo y sostenido de ese tipo de violencia desde la década de 1970, según el mencionado medio.

La reportera recordó que en 2024 hubo dos intentos de asesinatos contra el entonces candidato y actual presidente Donald Trump . De igual forma, mencionó otra serie de casos vinculados con temas políticos que se han registrado mes tras mes en ese país, como los ataques contra el gobernador de Pensilvania, el demócrata Josh Shapiro; el sicariato contra dos legisladores regionales, entre otros hechos similares.

Factores detrás de la violencia

Según expertos de terrorismo doméstico, dijo Villar, hay una serie de factores que podrían estar detrás de la violencia interna en EE.UU.: "la ansiedad económica", la gentrificación vertida en "los cambios demográficos, raciales y étnicos; y el tono cada vez más incendiario del discurso político".

En ese contexto, explica la periodista, las ya tradicionales divisiones ideológicas se han transformado en un radicalismo que cada vez es más profundo y personal. A esto se suma el impacto de las redes sociales y las teorías conspirativas que "estarían amplificando la ira de unos y otros ".

La situación de violencia no solo afecta a políticos electos o activistas sino también a funcionarios públicos y jueces que han denunciado amenazas de muerte y diversos tipos de acoso. Aunque desde las voces democráticas del país se insiste en que las batallas políticas se libran con palabras y no con balas, Villar sostiene que esta frase alentadora "parece cada vez resonar menos en una sociedad mortalmente polarizada".