Francia está convulsionada por una serie de violentas revueltas callejeras que incluyó destrozos, múltiples obstrucciones en el tránsito y una fuerte crisis política que deteriora al gobierno del presidente Emmanuel Macron . El colectivo autodenominado Bloqueemos todo (Bloquons tout, en francés), ocupó masivamente lugares públicos, desató incendios y se enfrentó con las fuerzas de seguridad en la capital París y en grandes ciudades como Lyon, Marsella y Rennes . El movimiento fue gestado en grupos de Telegram y en asambleas presenciales donde un sector disconforme de la ciudadanía —especialmente ligado a la ultraizquierda— decidió acciones de lucha frente a la política de austeridad impulsada por el Gobierno.
Según el ministerio del Interior, se desplegaron 80.000 age