Hablar de dinero en Argentina suele incomodar. No porque sea un tema complejo de entender, sino porque en nuestra cultura está cargado de juicios, silencios y culpas heredadas. En América latina, el dinero no se vive como un recurso neutral, sino como un símbolo atravesado por ideas contradictorias : "hay que trabajar duro para ganarlo" o "hay que conformarse con lo que uno tiene". Estas frases repetidas de generación en generación se vuelven creencias invisibles que moldean la manera en la que nos relacionamos con el dinero y, en consecuencia, con los negocios.

La culpa es una de las emociones más peligrosas y limitantes. Cuando se mezcla con el dinero, genera una herida cultural difícil de ver pero muy fácil de sentir. Aparece cuando alguien prospera y siente que "no debería" te

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