El fallecimiento de Giorgio Armani , el pasado 4 de septiembre a los 91 años, no solo marca el final de una era en la moda italiana, sino que también activa un complejo plan sucesorio que él mismo dejó escrito de su puño y letra. El testamento, leído esta semana, confirma que la Fundación Armani será la dueña del 100% de la casa de moda que lleva su nombre, aunque no conservará todo el poder de decisión.

La Fundación, que ya poseía una participación mínima en la empresa, ahora cuenta con el 9,9% de las acciones (equivalente al 30% de los derechos de voto) y la nuda propiedad del 90% restante . Los derechos de voto se reparten entre Pantaleo Dell’Orco , socio histórico y mano derecha del diseñador, y sus sobrinos Silvana Armani y Andrea Camerana . En detalle: Dell’Orco contro

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