Las mentiras en niños y adolescentes son una conducta frecuente, sobre todo en la etapa de la preadolescencia. En muchos casos, los jóvenes recurren a engaños para evitar castigos, escapar de responsabilidades o llamar la atención. Aunque una mentira ocasional puede considerarse parte del desarrollo, cuando se repite de forma constante puede generar conflictos familiares y frustración en los padres.

Conocer el origen de las mentiras es esencial para poder intervenir de forma adecuada. Algunos de los motivos más comunes son:

Miedo al castigo: temor a reacciones severas o desproporcionadas.

Probar límites: buscan experimentar y observar la reacción de los adultos.

Deseo de atención o aprobación: algunos exageran historias para ganar reconocimiento.

Imitación: si ven a los padres men

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