Cuando cambiamos de tarifa o contratamos un nuevo servicio de telefonía, lo primero que solemos revisar son los gigas incluidos y la velocidad del ancho de banda que promete la compañía. Sin embargo, no siempre la oferta se ajusta a lo que realmente recibimos en nuestros dispositivos.

Por ello, realizar pruebas de velocidad de Internet es una práctica recomendable para verificar si el servicio corresponde a lo pactado en el contrato y, en caso contrario, contar con argumentos para reclamar.

La opción más sencilla y rápida la ofrece Google con su test gratuito de velocidad. Esta herramienta realiza una transferencia de aproximadamente 40 MB de datos y devuelve un resultado con la velocidad de descarga y de subida . Un punto a favor de este servicio es que no recopila ni envía datos pe

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