Son un grupo de familias que ha empezado el nuevo curso escolar con una preocupación que ya empezaron a albergar a finales del pasado: la "deriva" del colegio Cesáreo Alierta de Zaragoza en el que estudian sus hijos. Según han informado, la AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) se ha visto relegada "a la mínima expresión". El ejemplo más claro para ellas está en la gestión de las extraescolares , que ha pasado de sus manos a las del equipo directivo, lo que no solo perciben como un "ataque" sino que, han denunciado, les obliga a someterse a decisiones tomadas "de forma unilateral" como la prohibición de que los alumnos salgan del recinto escolar durante el horario de comedor para hacer actividades.
Este grupo de familias explica que, hasta ahora, habían podido escoger