La falta de enchufes para grandes consumidores en el sistema de transporte de la energía que opera se ha convertido en el principal cuello de botella que las inversiones que ha captado Aragón deben superar para cristalizarse. El aluvión de proyectos relacionados con los centros de datos y otras industrias electrointensivas ha saturado de tal manera la red eléctrica que hay varios en jaque por no tener asegurada su conexión a la red, algo fundamental para garantizar el suministro eléctrico de unos equipos que funcionan sin descanso y que afecta a algunas de las grandes inversiones proyectadas en la comunidad aragonesa.
Para tratar de dar cabida a estas iniciativas, el Ministerio de Transición Ecológica, competente en materia energética, ha decidido elevar un 62% el límite a las inversion