El buque Trans Tind, que partió el pasado lunes del puerto israelí de Ashdod, tiene previsto atracar este domingo en la dársena de Escombreras del puerto de Cartagena para descargar 4.768 toneladas de ácido fosfórico, según consta en los datos públicos de la propia web de la Autoridad Portuaria de la ciudad murciana.

La procedencia del carguero, con bandera de Bahamas, (IMO 9594954), la vinculación de la carga con la multinacional israelí ICL —uno de los mayores productores de fertilizantes del mundo, para cuya fabricación se utiliza el ácido fosfórico—, y la petición de la Corte Internacional de Justicia para que los países adopten “medidas que impidan relaciones comerciales y de inversión que contribuyan” a la ocupación israelí, han propiciado una denuncia de la organización Boicot, Sanciones y Desinversiones (BDS) Murcia.

El pronunciamiento de la Corte Internacional de Justicia en este sentido y el veto anunciado por el Gobierno el pasado 9 de septiembre a la importación de mercancías procedentes de los territorios ocupados por Israel, aún pendiente de entrar en vigor, obligaría a España a inspeccionar esta carga y a investigar su procedencia, señalan desde el colectivo.

“Con el Trans Tind, son ya diez los barcos que solo este año han transportado productos químicos a Cartagena desde Israel de forma directa”, detalla BDS Murcia en un escrito. Los nueve buques anteriores que llegaron a la ciudad tenían también como origen el puerto de Ashdod y estaban ligados a la misma compañía. La organización pacifista apunta, en concreto, a ICL, empresa con sede central en Tel Aviv, creada por el Estado israelí en 1968 y actualmente controlada por Israel Corporation, “uno de los mayores conglomerados israelíes”, prosigue, “que también controla a la naviera ZIM, compañía que transporta armas de EEUU a Israel”. En concreto, según el colectivo, la filial de ICL en Estados Unidos provee fósforo blanco al Ejército israelí, “utilizado para fabricar las bombas usadas en Gaza”.

En Cartagena, en el propio puerto de Escombreras, se ubica una de las filiales que ICL tiene en España. El grupo empresarial también dispone de sedes en Catalunya, Valencia o Mallorca, y es el mayor productor de fertilizante de España. Según el registro de escalas de la web del puerto cartagenero, la descarga del ácido fosfórico alojado en el interior del buque será facilitada por la compañía Fomento y Desarrollo Agrícola S.L., cuya propietaria también es ICL. 

BDS Murcia asevera en su escrito que la multinacional israelí aprovecha, actualmente, la ocupación militar de la zona del Mar Muerto para obtener beneficios de la extracción de minerales presentes en dichas tierras, entre los que destacan rocas de fosfatos. “Estos recursos son luego exportados a puertos como el de Cartagena, haciendo de la ocupación un lucrativo negocio”, prosigue.

Programa “Apadrina a un soldado”

La organización apunta, asimismo, a que ICL colabora con el Ejército israelí en el  programa “Apadrina a un soldado” , tal y como puede comprobarse en su página web, “destinando”, añaden, “beneficios empresariales para el sostén de programas que retroalimentan la acción genocida de Israel” perpetrada en Gaza.

La actividad extractiva y productiva de la filial de ICL en España, donde está incluida la sede de Cartagena hacia la que el Trans Tind trae el ácido fosfórico, ha sido asimismo catalogada por el Observatorio de Derechos Humanos y Empresas del Mediterráneo como cómplice con la ocupación y el genocidio en curso.

“Hasta la fecha, y pese a algunos cambios en las relaciones comerciales y diplomáticas entre los Gobiernos de España e Israel, el beneficio económico en favor de las empresas vinculadas al genocidio no se ha visto mermado”, denuncia BDS Murcia. La organización insiste en que la inminente llegada del Trans Tind a la ciudad murciana desde el puerto de Ashdod “demuestra, pese a los anuncios del cese de comercio de productos procedentes de los territorios ocupados, que no existe un control sobre la maquinaria bélica israelí”.

El atraque del buque llega justo después de la decisión tomada por el Ejecutivo, el pasado 9 de septiembre, de suspender el comercio de mercancías procedentes de territorios ocupados por el país presidido por Netanyahu. BDS Murcia exige al Gobierno frenar “de manera inmediata todo comercio con Israel”. “Más si cabe cuando proviene de la explotación de recursos en territorios ocupados de Palestina, como es el caso de ICL”, añade.