En una medida que ha encendido un acalorado debate sobre los derechos laborales en la era del teletrabajo y la vigilancia digital, Itaú Unibanco, uno de los bancos más grandes de América Latina, ha despedido a más de un millar de sus empleados.
La razón oficial es la prolongada inactividad de sus ordenadores corporativos mientras trabajaban desde casa, una decisión que, según la entidad, se basa en la necesidad de garantizar la eficiencia de su modelo de trabajo híbrido.
La decisión de la entidad bancaria se fundamenta en un análisis exhaustivo de la productividad interna que abarca los últimos seis meses. Los informes generados por el banco revelaron que, en numerosos casos, los sistemas informáticos de los empleados registraban períodos de desconexión o inactividad que se extendían has