Es esa época de año otra vez en la cual grandes y pequeños están a punto de volver a las aulas o incluso algunos ya lo han hecho. Es un momento frenético para padres y madres de los miles de estudiantes de educación infantil, primaria e incluso secundaria, que se enfrentan un año más al reto de volver a la rutina. Con frecuencia, los estudiantes tienen sentimientos encontrados: una mezcla entre incertidumbres (¿qué maestra me tocará en matemáticas? ¿seré capaz de aprobar física y química?), excitación (por fin veré otra vez a mis amigas Sofía y Elena), alegría (tengo muchas ganas de seguir aprendiendo cosas interesantes), resignación (los exámenes me causan ansiedad, pero no me queda otra que hacerlos) e incluso una natural pereza (¿cómo voy a acostumbrarme otra vez a despertarme a las sie
Nuevo curso escolar: nuevos retos, pero merece la pena

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