En 1487, Heinrich Kramer y Jacob Sprenger, dos frailes dominicos, publicaron el Malleus Maleficarum , libro que pasaría a la historia como “la biblia de los cazadores de brujas” . Siguiendo las órdenes del papa Inocencio VIII, quien tres años antes había reconocido por decreto la existencia de las brujas y llamando a los servidores de su credo a colaborar en su erradicación, fue que los alemanes iniciaron una investigación que permitiera conducir la persecución de estos supuestos seres non sanctos .

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Cómo identificar, interrogar y, por supuesto, castigar, son algunas de las lecciones que aparecen en este texto, uno de los más antiguos sobre la materia. A raíz de su publicación, la caza

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