En medio de la conmoción política que causó el asesinato del activista de derecha Charlie Kirk, un defensor de las políticas del presidente Donald Trump, el FBI se apresuró en detener al presunto autor del ataque, un joven de 22 años llamado Tyler Robinson, sin actividad política concreta.

Fue detenido en St. George, Utah, a unos 250 km de la ciudad de Orem, donde el miércoles pasado le disparó a Kirk cuando hablaba ante una multitud en la Utah Valley University.

Las autoridades afirman que el atacante usó un rifle de alta potencia y disparó desde el techo de un edificio a una distancia de hasta 185 metros de su objetivo, lo que demuestra que tiene práctica con armas. Según explicaron, el asesino estaba acostado boca abajo, una posición que le permitió aumentar la precisión de su disparo

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