Barcelona
A Post Malone le bastaron unas pocas canciones para dejar de ser un chaval tatuado que colgaba temas en SoundCloud y convertirse en uno de los artistas más escuchados del planeta. El cantante neoyorquino, de solo 30 años, se ha movido siempre en tierra de nadie: demasiado melódico para el rap más duro, demasiado rapero para el pop más convencional. Y en esa mezcla de estilos e identidades es donde ha construido un fenómeno global que ha llegado este viernes a España.
Su historia es la de un camaleón de la música. Con White Iverson y Congratulations se ganó un sitio en el hip hop. Con Rockstar , Sunflower o Better Now se adentró en el mundo del pop y llegó a las radios más comerciales del planeta. Y cuando parecía que había tocado techo y encontrado su identidad musica