Resaca de la Diada. Los medios afectos a la causa independentista ya han pasado página. Después del fiasco, pinchazo o trompazo, el debate sobre las causas se ha aplazado sine die . El órgano colectivo del soberanismo tiende a las digestiones lentas y a la procrastinación. Sobre todo cuando va de palo.
Después de un desastre sin paliativos, nadie pide la dimisión de Lluís Llach . Tal vez sus críticos esperan que caiga como fruta madura. O es que la ANC ya está amortizada. Un fracaso de convocatoria tan grosero se habría llevado por delante sin duda alguna a Dolors Feliu y a la señora Paluzie. En cambio, nuestro cantautor parece tener bula.
Junts y ERC se han desenchufado del 11-S . La fiesta ya no va con ellos, que esperan tiempos mejores y otras coyunturas para volver a las