Si algo diferenció y popularizó a las series coreanas durante los últimos años en Netflix es su capacidad para fusionar géneros que contribuyen a la riqueza narrativa y a la creación de historias más complejas con tramas que tienen muchas capas y que llevan al espectador a querer ver el siguiente episodio.
Esta mezcla de géneros permite a los K-dramas atraer a una audiencia más amplia, pues garantiza que haya series coreanas para todos los gustos. En este contexto, los thrillers se posicionan cada vez más fuerte como uno de los géneros más populares de Netflix y permiten demostrar que el misterio, la tensión y los crímenes son temas universales que trascienden las fronteras y permiten que las ficciones “no angloparlantes tengan el mismo éxito que grandes producciones de Hollywood”.