Está cerca, muy cerca. Pero todavía hay que rematarlo. Marc Márquez está rozando con los dedos su noveno título. Pero sabe que todavía tiene trabajo por delante. Por eso en la presentación del nuevo trofeo no quiso ni acercarse. Fue su gesto de superstición, que ha sido muy comentado.
En 'DAZN' el de Ducati habló de ese gesto colocándose "lejos" del nuevo trofeo: "Sí, me gustó. No lo toqué, lo miré de lejos. Déjate, déjate…".
"Es como futurista, más actual, más moderno. Nos tenemos que ir adaptando también a las nuevas tendencias", explicó el líder del mundial de MotoGP, que este fin de semana en Misano todavía no podrá proclamarse campeón de manera matemática.
Tiene muchas ganas. Está en un momento decisivo de la temporada. "Cuando tú estás en esta situación, el viernes quieres