La penúltima etapa de la Vuelta ha podido irse al traste cuando quedaban veinte kilómetros para meta y los ciclistas comenzaban el puerto de Navacerrada, el último de la jornada, con final en la Bola del Mundo.

Un grupo de manifestantes propalestinos se ha sentado en medio de la carretera y ha tratado de paralizar el paso de los ciclistas. Los escapados, entre los que se encontraba Mikel Landa, los pudieron evitar circulando cerca del arcén.

Efectivos de la Guardia Civil actuaron a toda velocidad para sacar a los protestantes de la calzada antes de la llegada del pelotón. Fue imposible. El grupo de los favoritos y el resto de ciclistas se encontraban a poco más de un minuto y se encontraron las cargas de frente.

Los agentes de la Benemérita lograron abrir un pasillo lo suficientemente a

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