A mediados de la década de los 2000, jóvenes revolucionarios liderados por la rebelde Perfidia Beverly Hills irrumpen en un campo de migrantes refugiados en la frontera entre Estados Unidos y México, donde esperan ser deportados por los militares. El caos se desata. Las noticias y el gobierno manipulan la información a su antojo.
Casi dos décadas después, las tensiones raciales, las redadas migratorias y la xenofobia siguen imperando. Es el clima sociopolítico habitual. Y, también, una escena que detona la acción en la nueva película del cineasta Paul Thomas Anderson, Una Batalla Tras Otra.
"Es un momento muy peculiar para estrenar la película, ¿verdad? Como dice Perfidia en la cinta: '16 años después y el mundo ha cambiado muy poco'. Seguimos librando las mismas batallas que hace 20, 10