Un contribuyente al que se le abre una inspección fiscal y se acredita indiciariamente que ha presentado 15 facturas falsas por 1.722.980,63 euros, ¿puede ser considerado “alguien que triunfa, próspera o le va un poquito mejor, hay que perseguirle y usar la Agencia Tributaria, que es una máquina de expulsar fortunas, inversiones y propiedad”?
Sería esta la declaración que haría Isabel Díaz Ayuso -es lo que ha explicado en la Asamblea de Madrid el pasado viernes 12 de septiembre- caso de que se la citase al juicio penal de su pareja, Alberto González Amador, con la que convive en un piso y un ático, adquirido este último en parte con dinero presuntamente defraudado a Hacienda. Es decir, a todos nosotros como sostenía en 2016 la entonces portavoz adjunta del grupo del Partido Popula