“Como dijo el gran Maquío, es la hora de luchar”. Con esa frase terminó su discurso el presidente municipal de Chihuahua Marco Bonilla, al cerrar el acto político donde la diputada local, Xóchitl Contreras, presentó el informe de su primer año como diputada local.

Aunque hizo referencia a la valentía y el trabajo de la legisladora, el mensaje del munícipe tuvo otro tono.

Desde Juárez, y frente a una audiencia conformada mayormente por la clase panista gobernante, lo de Bonilla dio la impresión de un grito de guerra.

“No podemos permitir que desde lejos quieran dictarnos el rumbo”, espetó en un tono casi enardecido.

Algo movió al alcalde capitalino a usar más de la mitad de su oratoria en un llamado a la unidad y a la acción.

“Hay momentos en que los discursos y las palabras no bastan

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