Durante los primeros ocho meses de los últimos dos años, la presión tributaria del gobierno central sobre la economía disminuyó en más de cuatro puntos porcentuales del PBI, generando un “ahorro” equivalente a USD 33.000 millones para el sector privado.
Este alivio se tradujo en mayor poder de compra e incentivo a la inversión, favoreciendo la dinámica empresarial frente a años previos de carga impositiva récord.
Luego del máximo histórico de presión fiscal alcanzado durante la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner , equivalente al 31% del PBI -según estimaciones de Econviews, la consultora dirigida por el exsubsecretario de Financiamiento Miquel Kiguel -, la recaudación tributaria se mantuvo cerca del 30% del producto durante la gestión de Alberto Fernández . El gr