“Aquí, aquí, que toquemos madera”, propone Paco de La Zaranda , tal vez supersticioso, mientras invita a sentarse en una de las mesas del bar del teatro Picadero. Se mueve por el espacio señorial como pez en el agua, de tanto que conoce ese faro de la cultura porteña al que regresa cada año con rigurosa puntualidad. Se acomoda, pues, junto a Eusebio Calonge y el interlocutor se asoma al universo creativo de dos de los pilares de la prestigiosa compañía de teatro española La Zaranda.
Andaluces de Jerez de la Frontera, el dramaturgo (Calonge) y el actor y director (Paco, nacido Francisco Sánchez) están de nuevo en Buenos Aires cumpliendo con el ritual de tantas temporadas, aunque esta vez de un modo distinto: acaban de presentar, en calidad de estreno mundial, una obra propia protagoni