Una oportunidad laboral dentro de la empresa en la que trabajaba en Asturias le llevó hace seis años hasta Zúrich y, en esta ciudad suiza, rodeado de una naturaleza sobrecogedora, ha construido el que es ahora su hogar. Víctor Pañeda (Gijón, 1985) trabaja como informático en una compañía de seguros que le había ofrecido la posibilidad de viajar en varias ocasiones hasta esta localidad del centro de Europa antes de ofrecerle un puesto permanente allí. Así que, en el momento en el que decidió dar el paso y apostar por esa oportunidad, ya conocía bastante bien tanto el país como a su gente. Eso, explica ahora, lo hizo todo mucho más fácil.

«Es un sitio en el que se vive muy bien» y, salvo encontrar piso, que le resultó más trabajoso, considera que la adaptación no le dio demasiados quebrader

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