La Plaza de San Pedro se convirtió este sábado en un escenario único de emoción y fraternidad. Miles de personas presenciaron cómo el rostro del papa Francisco fue proyectado en el cielo romano gracias a un despliegue de 3.500 drones, que dibujaron su silueta luminosa sobre la columnata de Bernini.

El homenaje se desarrolló en el marco del concierto gratuito “Grace for the World”, un espectáculo sin precedentes que reunió a decenas de miles de asistentes y se transmitió en directo a millones de hogares en todo el mundo.

Música y diversidad

El momento más conmovedor de la velada llegó cuando el tenor italiano Andrea Bocelli y el rapero estadounidense Jelly Roll interpretaron el clásico himno religioso Amazing Grace. La unión de estilos tan distintos, acompañada por la imagen del Papa en

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