Es un entrerriano de 25 años que viajó esposado 40 horas. Tiene a su esposa e hija en México, a donde pidió que lo enviaran. Pero el juez optó por la crueldad.

Mario Robles llegó a la Argentina en un vuelo no comercial a las 03:20 am del jueves. Tiene 25 años y es uno de los argentinos deportados desde EE.UU. por Donald Trump. Su mamá, Natalia, y el marido de esta —su padrastro— lo esperaban en la zona de arribos, al igual que la Policía Aeroportuaria. Solo pudo comunicarse con su familia a través de esos agentes. Todavía le duele el cuerpo por las más de cuarenta horas que, como el resto de los deportados , tuvo que permanecer engrillado sumando el avión y los traslados previos.

Los tuvieron encadenados a la altura de los tobillos, la cintura, los pectorales y las muñecas, como si se

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