Brenda Amaya tiene 34 años y, hace seis, rescata animales, entre perros y gatos. Su noble labor comenzó cuando parte de su corazón se fue junto con el de su abuela, su segunda mamá. "Cuando ella fallece, tenía que encontrarle un rumbo a mi vida porque era la persona que me crió desde bebita... anímicamente me sentía mal, no quería sentirme en depresión y optamos (ella y su familia) por rescatar".

Recuerda que en su niñez, sus abuelos ayudaban a perros. Nunca tuvo gatos, siempre recogió a perros. Ellos costeaban los gastos, en esos años no existía las redes sociales y no podían postear los casos como ahora. "Anteriormente, te soy sincera, nunca lo llevamos al veterinario, porque no teníamos noción sobre ello, ni de esterilizar, no teníamos esa información... Todo era casero, las curacione

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