Septiembre marca un punto de inflexión en el calendario del jardín, especialmente en el hemisferio sur. Con la llegada de la primavera, las plantas comienzan a despertar de su letargo invernal y el jardín se transforma en un escenario de renovación y crecimiento. Es el momento ideal para preparar la tierra, reorganizar espacios y estimular el desarrollo de las especies que nos acompañarán durante los meses cálidos. Para que tus plantas luzcan increíbles, es fundamental seguir una serie de tareas clave que aseguren su salud, belleza y vitalidad.

El primer paso es realizar las podas finales. Durante el invierno, muchas plantas acumularon ramas secas, débiles o dañadas por las heladas. Septiembre es el momento de eliminar ese material para favorecer el crecimiento nuevo. Las Gramíneas

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