El operativo fue considerado clave de cara a la temporada de verano, cuando el sistema de abastecimiento de agua se ve exigido al máximo.
Según explicó la entidad, el proceso demandó maniobras complejas sobre un sistema compuesto por acueductos de gran porte, cámaras de carga, decantadores, filtros, válvulas y bombas.
Para llevar adelante la intervención fue necesario realizar un vaciado controlado de la planta, procedimiento que requiere al menos tres horas, al igual que la etapa de recarga. “De hacerlo sin estos recaudos, los golpes de ariete provocarían severos daños en la infraestructura, dejando a la Cooperativa sin posibilidad de reanudar la prestación del servicio”, señalaron.
Una vez finalizadas las tareas, el personal reinició los procesos de captación y potabilización, además