La vida del encerrado es rutinaria, no tiene matices. Lo despiertan a la misma hora, lo mandan a dormir a la misma hora, la comida siempre con el mismo sabor a nada, las visitas son un páramo para quien tiene la suerte de ser visitado. Y entonces, cuando llega un preso nuevo a la “ranchada”, el clima se altera, es una anomalía que sacude el bucolismo carcelario.
Más, cuando al nuevo lo vieron en la tele y conocen su prontuario. Por eso Fernando Farré , otro preso tristemente célebre , lo primero que cuenta a Infobae es el chisme tumbero de la semana: el nuevo de su pabellón, el 6 de la Unidad Penal de Campana, es Claudio Contardi , empresario como él, condenado a 19 años por abuso sexual contra la actriz Julieta Prandi. “Lo pusieron en la celda de enfrente a la mía. Se lo ve