El cierre de No me quiero ir de aquí será hoy, y en el estadio El Coliseo de Puerto Rico. En esa arena de la capital de “la isla boricua”, y desde el 11 julio, cada viernes, sábado y domingo, Bad Bunny se subía al escenario montado en el centro del estadio, para protagonizar sus “residencias”. Esas treinta funciones tuvieron un efecto colateral para Puerto Rico: accionó la actividad turística y se estima que la hotelería, la gastronomía y los AirBnb generaron unos doscientos millones de dólares.

Didáctico. Lo que sigue para Bad Bunny es, primero, un descanso breve, y en noviembre comenzar Debí tirar más fotos Tour, una gira mundial que ya tiene 54 fechas confirmadas y unos dos millones seiscientas mil entradas vendidas. Este tour lo llevará por escenarios de Australia, Japón, varias ciuda

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