La adquisición de un ordenador supuestamente de última generación por parte de un usuario británico ha puesto en evidencia los riesgos que enfrentan los consumidores poco familiarizados con la tecnología en el creciente mercado de las computadoras para videojuegos.

Un padre gastó más de 1.200 dólares en un PC para su hijo, convencido de que se trataba de un ordenador de alto rendimiento, pero descubrió que el dispositivo contenía componentes con más de una década de antigüedad.

Por qué el usuario cayó en esta estafa digital

El ordenador, adquirido por 1.000 libras (más de 1.200 dólares), fue presentado por el vendedor como un montaje personalizado , argumento que utilizó para justificar el elevado precio. Sin embargo, el análisis de los componentes reveló que el procesador era un In

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