Hablar de colágeno es hablar de juventud, firmeza y vitalidad. Con el paso de los años su producción empieza a disminuir, y ahí aparecen las primeras líneas, la flacidez y el pelo más débil.
Pero lejos de depender únicamente de suplementos, existe una forma mucho más accesible y sostenible: activar la producción natural de colágeno a través de lo que comemos. No se trata de “comer gel ” como tal, sino de elegir alimentos que promuevan que nuestro cuerpo lo genere.
En la lista de infaltables aparecen los cítricos como naranja, limón y pomelo, cargados de vitamina C, esencial para la síntesis de colágeno . También los frutos rojos y el kiwi cumplen esa función antioxidante.
A esto se suma el aporte de proteínas magras como pescado, pollo y huevos, que brindan aminoácidos fundament