El cierre de calles en Villa Allende como parte del “Programa integral de prevención del delito y seguridad vecinal de la ciudad”, convertido en la ordenanza 14/25, en esa localidad del Gran Córdoba, trajo polémicas y rechazo vecinal.
La medida como herramienta para frenar la inseguridad es rechazada por algunos vecinos y comerciantes de los barrios Pan de Azúcar y Lomas Sur donde se hará la prueba piloto con la instalación de 15 portones.
“Queremos seguridad, pero no portones”, es el mensaje que transmitieron.
Sostienen que la iniciativa es inviable y que los portones “no pararán a los ladrones”. Consideran que los delincuentes “no tienen horarios para robar” y que lo mismo ingresarán por otras vías de circulación.
También remarcaron que hay muy poca claridad con respecto al plan.
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