La noticia de la suspensión de la última etapa de la Vuelta Ciclista a España a pocos kilómetros de la meta fue recibida con gritos de "no es una guerra, es un genocidio"; "Israel asesina, la Vuelta patrocina" y "esta Vuelta la vamos a parar" en vítores, aplausos y silbidos al aire.

La presión popular y la imposibilidad de contener a una multitud tan numerosa a lo largo de un trazado tan extenso, con varios puntos en los que los manifestantes han desbordado los controles policiales y cortado el recorrido, se han saldado con la suspensión definitiva de la última etapa de la Vuelta.

Entre el alivio y cierta incredulidad, los que hasta hace unos minutos cargaban contra las vallas y elevaban al cielo sus gritos de repulsa contra la participación de Israel, ahora toman las cal

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