Abajo, en la pista, Jamaica volvía a escribir su legado con tinta dorada.

El duelo entre el "pasado que no quiere irse y el futuro que no espera" , como lo describió un comentarista, se materializó en dos carreras consecutivas que mezclaron nostalgia, sorpresas y el inevitable relevo generacional . Primero, en la prueba femenina, Melissa Jefferson-Wooden (24 años) demostró por qué Estados Unidos sigue siendo una fábrica de velocistas. Su marca de 10.61 segundos no solo rompió el récord del campeonato, sino que dejó claro que hay nueva sangre dispuesta a dominar.

Pero la fiesta grande fue para Jamaica . Oblique Seville (9.77) y Kishane Thompson (9.82) completaron un 1-2 histórico, el primero para su país desde los días dorados de Bolt y Blake. Detalles que importan:

Seville

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