Los organizadores de La Vuelta a España se vieron en la obligación de cancelar la última etapa de la competencia, tras la presencia de cientos manifestantes propalestinos, quienes ocuparon los últimos metros del circuito final, disputado en Madrid, lanzando parte de las vallas que delimitaban el recorrido en el Paseo del Prado, en el centro de la capital española.
Por esta razón, se vieron en la necesidad de suspender la carrera, así como la ceremonia del podio donde debía celebrar el ganador.
Los incidentes se desarrollaron cerca las 6pm (hora local de España), después de que los manifestantes se aglomeraron para protestar por la presencia de un equipo israelí en la competencia (Israel-Premier Tech).
Agentes de Policía Nacional presentes en el lugar intentaron dispersar a las personas