Las microfinancieras en Perú juegan un papel crucial en la inclusión financiera del país. Según Myriam Córdova, intendente general de Microfinanzas de la SBS, estas entidades representan el 13.6% de los créditos otorgados, incluyendo la banca estatal. Sin embargo, su impacto es más significativo, ya que atienden al 38% del total de deudores en el país.
Córdova destacó que el 46% de los deudores únicos, aquellos que solo tienen préstamos con microfinancieras, dependen de estas instituciones. En contraste, la otra mitad de los deudores está atendida por la banca tradicional. Este dato resalta la importancia de las microfinancieras en el sistema financiero peruano, que ha visto un crecimiento en su cartera crediticia y en la base de depositantes.
A junio, el sistema financiero peruano cuenta con 49 empresas, de las cuales aproximadamente 24 son microfinancieras. Estas incluyen dos bancos, cinco financieras, diez cajas municipales, cuatro cajas rurales y tres empresas de crédito. Córdova explicó que las microfinancieras se definen por destinar más del 50% de su cartera a créditos para pequeñas y microempresas.
La regulación de las microfinancieras ha evolucionado desde la aparición de las cajas en 1982. Hasta 1998, no existía una normativa clara que definiera los créditos a microempresas. Los préstamos a empresarios pequeños eran considerados créditos comerciales, lo que complicaba el acceso a financiamiento para estas empresas.
El regulador peruano ha desarrollado una normativa progresiva para atender las necesidades de las poblaciones vulnerables que no eran cubiertas por la banca tradicional. Córdova afirmó que "la regulación ha sido exitosa, pues reconoce la experiencia de la industria y es dinámica en la identificación de riesgos".
Esta información fue presentada por Córdova en la cumbre de Microfinanzas para Latinoamérica y El Caribe Summic 2025, que se llevó a cabo en Cuenca, Ecuador, organizada por la Fepcmac y Ucacsur.