El Salón del Automóvil de Alemania, que ya se celebra definitivamente en Munich bajo el nombre de IAA Mobility, después de haber abandonado Frankfurt, ha servido de catalizador para que aflorasen todas las inquietudes del sector europeo de la automoción. Dos asuntos preocupan fundamentalmente: la competencia de los automóviles eléctricos chinos, mucho más baratos que los fabricados aquí, y la necesidad de flexibilizar la supresión de los motores de combustión prevista para el 2035 en el Pacto Verde Europeo ( Green Deal ).
Los máximos directivos de la potente industria automovilística europea viajaron el viernes de Munich a Bruselas para pedir a la presidenta de la Comisión Europea que retrase la citada prohibición de vender vehículos de combustión a partir del 2035. Ursula von der Leye