Durante la primavera temprana, el suelo comienza a templarse y ofrece las condiciones perfectas para sembrar flores aromáticas que crecerán en los meses de calor. Elegir bien las variedades es clave: no solo deben resistir el clima de tu región, sino también ofrecer una floración prolongada y fragante.

Entre las opciones más recomendadas se encuentran el jazmín , la lavanda y la alelí . Estas flores no solo aportan aroma y color, sino que también atraen mariposas y abejas, al fomentar un pequeño ecosistema en tu espacio verde.

Además de su valor estético, estas flores pueden utilizarse con fines decorativos o incluso en infusiones y ambientadores naturales, según la variedad. Sembrarlas en septiembre garantiza un jardín vibrante y perfumado justo cuando el verano alcanza su esp

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