Al comienzo de este año, investigadores de la Sijín de la Policía Metropolitana de la ciudad de Bogotá expusieron uno de los casos más sorprendentes de criminalidad digital del país.

Un ciudadano que se hacía llamar El Grindr convirtió una red social de citas en área de cacería para seducir y estafar a turistas con poder adquisitivo, especialmente extranjeros de países como Estados Unidos y Francia que arribaban a la capital a finiquitar negocios.

Con perfiles falsos en la red social, el señalado delincuente ofrecía encuentros íntimos a viajeros, especialmente provenientes de Estados Unidos y Francia, que arribaban a Bogotá por negocios o turismo. | Foto: Grindr

El protagonista de esta historia de crimen es Mario Antonio Modesti Cañizalez, de 37 años de edad y señalado como el respon

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