Se hizo un lugar común afirmar que Boric y su gobierno habían cambiado. Que habían aprendido y una nueva visión más “social-democrática” caracterizaba su actuar. Sin embargo, cuando se acerca el fin del gobierno y resulta previsible la derrota de Jeanette Jara, no parecen primar en ellos preocupaciones de gobernante sino ajetreos de campaña y anticipos de un duro rol opositor a un próximo gobierno.

Lo social democrático se desdibujó totalmente luego de la derrota aplastante de Tohá. Apruebo Dignidad cerró filas tras la candidata del PC. La cultura histórica de izquierda también se resiente al contrastar el sufraguismo de Elena Caffarena y Recabarren con sus actuales intentos de desalentar el voto obligatorio y el de extranjeros residentes; o su abominación de la izquierda concertacionista

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