El siguiente es un capítulo que el columnista ha querido olvidar y sin embargo permanece como película real de una tragedia que lo marcó para siempre. Se trata del terremoto del 19 de septiembre de 1985. Eran las 7.15 de la mañana y el de la voz, entonces residente de la gran urbe, preparábase para cumplir su tarea cotidiana como responsable del Centro Cultural José Martí del ex Departamento del DF. Entonces sucedió lo jamás imaginado, aun así, logré llegar al centro de una ciudad envuelta entre nubes de polvo y fuerte olor a muerte de donde surgían como fantasmas camilleros, bomberos y voluntarios conduciendo cuerpos, algunos con vida, otros con la palidez de la ausencia terrenal. ¿Qué fue aquello? Todavía me lo pregunto.

Pronto se cumplirán cuarenta años y las imágenes siguen vivas. Hab

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