Utilizar herramientas de inteligencia artificial tiene un gasto energético y de recursos considerable. No nos referimos solo a la electricidad necesaria para mantener activo nuestro ordenador, o el dinero que pagamos todos los meses a nuestro proveedor de red para acceder a Internet a través de Wi-Fi o 4G/5G, sino a los “hambrientos” centros de procesamiento de datos que montan compañías como Google, Meta u OpenAI para sustentar sus proyectos.

Los centros de procesamiento de datos para inteligencia artificial están repletos de GPU; chips con consumos eléctricos muy altos y que generan muchísimo calor . Por ello, para evitar los sobrecalentamientos y los consiguientes fallos, es imprescindible disponer de infraestructuras de refrigeración líquida o sistemas de aire acondicionado ind

See Full Page